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Niña hiperactiva con TDAH
Aunque muchos niños con TDAH son, de hecho, muy enérgicos, la alta energía por sí sola no es suficiente para justificar un diagnóstico. De hecho, los niños con algunas formas de TDAH no son en absoluto muy energéticos. El TDAH de tipo principalmente inatento (históricamente conocido como TDA), por ejemplo, puede manifestarse con poca energía combinada con falta de atención y otros síntomas.
Entonces, ¿cuándo se puede diagnosticar el TDAH a un niño con mucha energía? Para que se le diagnostique, el niño debe tener un problema crónico y generalizado en su capacidad de regular el nivel de actividad, así como un deterioro en su capacidad de inhibir y controlar los impulsos.
La hiperactividad y los otros síntomas primarios, la impulsividad y la falta de atención, son realmente sólo la punta del iceberg de los niños que tienen TDAH. Puede haber otras deficiencias que no son tan evidentes. Por ejemplo, algunos de los signos y síntomas del TDAH afectan a las siguientes áreas del desarrollo:
Los niños con TDAH suelen tener dificultades para procesar la información. Con el ejemplo de la hiperactividad, puede ser que el individuo tenga problemas para frenar lo suficiente como para procesar la información con precisión. Esto puede crear problemas en el aula, donde se espera que los estudiantes comprendan y respondan a las instrucciones con rapidez y precisión.
Bebé con TDAH
El TDAH, también llamado trastorno por déficit de atención, es un trastorno del comportamiento, que suele diagnosticarse por primera vez en la infancia y que se caracteriza por la falta de atención, la impulsividad y, en algunos casos, la hiperactividad. Estos síntomas suelen aparecer juntos; sin embargo, uno de ellos puede aparecer sin los otros.
Los síntomas de hiperactividad, cuando están presentes, son casi siempre evidentes a la edad de 7 años y pueden estar presentes en preescolares muy jóvenes. La falta de atención o el déficit de atención pueden no ser evidentes hasta que el niño se enfrenta a las expectativas de la escuela primaria.
El TDAH es una de las áreas más investigadas de la salud mental de niños y adolescentes. Sin embargo, aún se desconoce la causa exacta del trastorno. Las pruebas disponibles sugieren que el TDAH es genético. Se trata de un trastorno biológico de base cerebral. En los niños con TDAH se encuentran niveles bajos de dopamina (una sustancia química del cerebro), que es un neurotransmisor. Los estudios de imágenes cerebrales realizados con escáneres PET (tomografía por emisión de positrones; una forma de imagen cerebral que permite observar el cerebro humano en funcionamiento) muestran que el metabolismo cerebral de los niños con TDAH es menor en las áreas del cerebro que controlan la atención, el juicio social y el movimiento.
Síntomas del TDAH en el niño
A la mayoría de los niños les cuesta quedarse quietos aunque sea un rato. Pero, ¿cómo diferenciar la normalidad de la hiperactividad? Además, los padres pueden preguntarse: “Si mi hijo es hiperactivo, ¿significa también que tiene un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?”
La Academia Americana de Pediatría (AAP) afirma que, aunque el comportamiento hiperactivo puede considerarse normal en algunos niños, la hiperactividad puede ser, aunque no necesariamente, indicativa de una condición neurológico-desarrollada, como el TDAH.
“Un niño hiperactivo es aquel que es más activo física y/o verbalmente que otros niños de su edad”, dice Carolyn Cruse, PsyD, psicóloga licenciada en Cook Children’s. “Es importante recordar que lo que se califica como hiperactividad en un grupo de edad puede no llamarse hiperactividad en otro”.
Además, es crucial que los padres tengan en cuenta que tener un niño hiperactivo no significa necesariamente que el niño tenga TDAH. Cuando la hiperactividad se presenta como un solo síntoma, probablemente sea incorrecto asumir que el niño tiene TDAH.
Síntomas desconocidos del TDAH
¿Ha notado que a su hijo o adolescente le cuesta prestar atención? ¿Se mueve a menudo en momentos en los que no debería, actúa de forma impulsiva o interrumpe a los demás? Si estos problemas son continuos y parecen afectar a la vida diaria de su hijo, es posible que sufra un trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH).
El TDAH puede afectar a las relaciones sociales y al rendimiento escolar de niños y adolescentes, pero existen tratamientos eficaces para controlar los síntomas del TDAH. Conozca el TDAH, cómo se diagnostica y cómo encontrar apoyo.
El TDAH es un trastorno del desarrollo asociado a un patrón continuo de falta de atención, hiperactividad y/o impulsividad. Los síntomas del TDAH pueden interferir en las actividades y relaciones diarias. El TDAH comienza en la infancia y puede continuar en la adolescencia y la edad adulta.
Para ser diagnosticado con TDAH, los síntomas deben haber estado presentes antes de los 12 años. A los niños de hasta 16 años se les diagnostica TDAH si han tenido al menos seis síntomas persistentes de falta de atención y/o seis síntomas persistentes de hiperactividad-impulsividad presentes durante al menos 6 meses. Los síntomas deben estar presentes en dos o más entornos (por ejemplo, en casa o en la escuela o con amigos o familiares) e interferir en la calidad del funcionamiento social o escolar.