¿Cómo puede funcionar un robot?

Hasta dónde llegan los robots

La robótica es una rama interdisciplinar de la informática y la ingeniería[1]. La robótica implica el diseño, la construcción, el funcionamiento y el uso de robots. El objetivo de la robótica es diseñar máquinas que puedan ayudar y asistir a los humanos. La robótica integra campos de la ingeniería mecánica, la ingeniería eléctrica, la ingeniería de la información, la mecatrónica, la electrónica, la bioingeniería, la ingeniería informática, la ingeniería de control, la ingeniería de software, las matemáticas, etc.

La robótica desarrolla máquinas que pueden sustituir al ser humano y replicar sus acciones. Los robots pueden utilizarse en muchas situaciones y para muchos propósitos, pero hoy en día muchos se utilizan en entornos peligrosos (como la inspección de materiales radiactivos, la detección y desactivación de bombas), en procesos de fabricación o en lugares en los que los humanos no pueden sobrevivir (por ejemplo, en el espacio, bajo el agua, a altas temperaturas, y en la limpieza y contención de materiales peligrosos y radiación). Los robots pueden adoptar cualquier forma, pero algunos están hechos para parecerse a los humanos en apariencia. Se afirma que esto ayuda a la aceptación de los robots en ciertos comportamientos de réplica que suelen realizar las personas. Estos robots intentan replicar la forma de caminar, levantar objetos, hablar, conocer o cualquier otra actividad humana. Muchos de los robots actuales se inspiran en la naturaleza, lo que contribuye al campo de la robótica bioinspirada.

Evolución de los robots

Los robots se utilizan en múltiples ámbitos, especialmente cuando pueden aliviar tareas extenuantes o completar misiones que son peligrosas para un humano. Los recientes avances en robótica e IA están revolucionando los negocios, la sociedad y nuestra vida personal.

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Además de ser precisos y constantes, los robots pueden trabajar en cualquier entorno, lo que aumenta su flexibilidad. Los robots eliminan los trabajos peligrosos para los humanos porque son capaces de trabajar en entornos peligrosos. Pueden encargarse de levantar cargas pesadas, sustancias tóxicas y tareas repetitivas. Esto ha ayudado a las empresas a evitar muchos accidentes, ahorrando también tiempo y dinero. En el campo de la medicina, los robots se utilizan para cirugías complejas, como la del cáncer de próstata. Los robots son capaces de llegar y encajar donde las manos humanas no pueden, lo que permite una mayor precisión. Los beneficios de la robótica en el campo de la medicina pueden ser procedimientos menos invasivos y reducir el dolor del paciente en su recuperación.

Esta actividad Kick-Start pretende estimular el desarrollo de aplicaciones robóticas apoyadas en las tecnologías espaciales en una amplia variedad de sectores como los entornos extremos, la agricultura, la supervisión de infraestructuras, el transporte, la asistencia social y la robótica blanda. Además, debido al actual brote pandémico, la tecnología robótica puede aportar soluciones creativas adicionales para hacer frente a esta situación sin precedentes.

Robot humano

Cuando la gente piensa en la Inteligencia Artificial (IA), la principal imagen que se les viene a la cabeza es la de un robot deslizándose y dando respuestas mecánicas. Hay muchas formas de IA, pero los robots humanoides son una de las más populares. Han aparecido en varias películas de Hollywood y, si es usted aficionado a la ciencia ficción, es posible que se haya topado con algunos humanoides. Una de las primeras formas de humanoides fue creada en 1495 por Leonardo Da Vinci. Se trataba de una armadura que podía realizar muchas funciones humanas, como sentarse, levantarse y caminar. Incluso se movía como si un humano real estuviera dentro de él.

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Al principio, el principal objetivo de la IA para los humanoides era la investigación. Se utilizaban para investigar cómo crear mejores prótesis para humanos. Ahora, los humanoides se crean con varios fines que no se limitan a la investigación. Los humanoides de hoy en día se desarrollan para llevar a cabo diferentes tareas humanas y ocupar diferentes roles en el sector laboral. Algunas de las funciones que pueden ocupar son las de asistente personal, recepcionista, recepcionista, etc.

Aplicaciones de la robótica

En los escenarios de las conferencias y en los mítines de las campañas electorales, los ejecutivos de la tecnología y los políticos advierten de la inminente crisis de la automatización, en la que los trabajadores son sustituidos por máquinas inteligentes de forma gradual y luego de golpe. Pero sus advertencias ocultan el hecho de que la crisis de la automatización ya ha llegado. Los robots ya están aquí, trabajan en la administración y están triturando a los trabajadores.

Los robots vigilan a los empleados de los hoteles, les dicen qué habitación tienen que limpiar y controlan la rapidez con la que lo hacen. Gestionan a los desarrolladores de software, controlando sus clics y desplazamientos y descontándoles el sueldo si trabajan con demasiada lentitud. Escuchan a los trabajadores de los centros de llamadas, les dicen lo que tienen que decir, cómo tienen que decirlo y los mantienen constantemente ocupados al máximo. Mientras miramos el horizonte de los camiones autoconducidos, a los que les faltan cinco años, los robots llegaron en forma de supervisor, de capataz, de mando intermedio.

Estos sistemas automatizados pueden detectar ineficiencias que un gestor humano nunca detectaría: un momento de inactividad entre llamadas, un hábito de demorarse en la máquina de café después de terminar una tarea, una nueva ruta que, si todo sale a la perfección, podría conseguir entregar unos cuantos paquetes más en un día. Pero para los trabajadores, lo que para un algoritmo parecen ineficiencias eran sus últimas reservas de respiro y autonomía, y a medida que estos pequeños descansos y libertades menores se optimizan, sus trabajos se vuelven más intensos, estresantes y peligrosos. En los últimos meses, he hablado con más de 20 trabajadores de seis países. Para muchos de ellos, su mayor temor no es que los robots puedan llegar a ocupar sus puestos de trabajo: es que los robots ya se han convertido en su jefe.