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Brunch francés
¡Hola! Cuando empecé este blog, me propuse recrear el mayor número posible de desayunos tradicionales de todo el mundo. Mucha gente se salta el desayuno, pero en mi opinión es la comida más importante del día. El cuerpo y el cerebro necesitan combustible para empezar a moverse, ¡por el amor de Dios! Por eso me parece increíblemente interesante descubrir lo que la gente desayuna en diferentes países del mundo. ¡Vamos!
Ha llegado el momento. El momento de explorar uno de los desayunos más populares y extendidos de todo el mundo, si no el que más. Abróchense los cinturones, porque en esta octava entrega de la serie de posts “Desayunos por el mundo” nos dirigimos al país del vino, de la comida increíble, de la cultura, de la moda y de muchas cosas más: ¡Francia! Incluso las personas que nunca han estado en este país, serían capaces de nombrar los productos básicos del desayuno francés como los croissants y la baguette. Estos productos de panadería han ganado tanta popularidad que se pueden encontrar en casi todos los países del mundo. Pero, ¿qué otras cosas les gustan a los franceses por la mañana? Averigüémoslo.
Menú típico francés
En París, no hay mejor manera de empezar el día que con un delicioso desayuno francés. Petit déjeuner es la palabra para decir desayuno en francés, que literalmente significa “pequeño almuerzo”, ya que déjeuner es la palabra francesa que se utiliza para comer.
El típico desayuno francés no es una gran comida sentada, y es definitivamente más sencillo y ligero que en otros países, ya que no incluye cosas como huevos revueltos, judías, tortillas o salchichas. Esto se debe a que a los franceses les gusta almorzar una comida más abundante.
El pan es imprescindible en cualquier desayuno tradicional francés, y suele ser una baguette caliente y crujiente. Los franceses compran sus baguettes en su boulangerie (panadería) favorita, aunque también es posible encontrar baguettes en algunos supermercados.
Cuando tenemos un buen pan, nos gusta comerlo con algo bueno encima. La opción más habitual es la mermelada, idealmente casera. A algunos les gusta también con mantequilla, que debe ser de buena calidad. El resultado lo llamamos tartine (un trozo de pan con mermelada o mantequilla), y también tenemos un verbo para ello: tartiner (untar algo bueno en el pan).
El mejor desayuno francés en París
Cualquiera que quiera cambiar las cosas en el desayuno debería probar a comer como los franceses. Tanto si quiere visitar Francia como si está interesado en la comida tradicional de este país, debería probar un desayuno francés de alta calidad.
Dado que para preparar muchas opciones de desayuno en Francia es necesario saber un par de cosas sobre la panadería y el trabajo con el pan, muchos turistas que visitan Francia estarán definitivamente interesados en tomar clases de panadería y pastelería en París para poder llevarse un trozo de la maravillosa cocina de aquí a casa.
Los desayunos americanos suelen estar repletos de productos grasos como tortitas con abundante sirope de arce, bacon, huevos, etc. La principal diferencia entre un desayuno francés y uno americano es el hecho de que en Francia nunca lleva carne. Las necesidades proteínicas del cuerpo suelen cubrirse en las comidas de la tarde y la noche.
Como a mucha gente le gusta probar cosas nuevas y métodos diferentes de comer, aprender a comer a la francesa puede proporcionar una visión de cómo vive otra cultura. Al fin y al cabo, la mejor manera de entender una cultura es experimentarla por uno mismo. He aquí algunos de los productos más populares que los franceses eligen para comer.
La cena en Francia
Aunque los productos crujientes ya estaban presentes en la comida francesa antes de la época contemporánea (lo mismo que el pan, los pasteles y las frutas frescas o secas), últimamente han cobrado mayor importancia a medida que el desayuno experimentaba una serie de cambios. El objetivo de este artículo es hacer un análisis histórico de la aparición y difusión de los alimentos crujientes en el desayuno francés. La influencia de los modelos extranjeros y, sobre todo, anglosajones, contribuyó a aumentar su importancia. Los defensores de estos nuevos desayunos a principios del siglo XX estaban convencidos de luchar también contra la “degeneración” que consideraban una amenaza para la sociedad moderna. En primer lugar, explicaré brevemente cómo nació el desayuno francés y, a continuación, me centraré en la influencia y el impacto de los modelos extranjeros.
1El desayuno tal y como lo conocemos no ha existido siempre. Su historia comienza en el siglo XVIII, cuando se extendió en las ciudades la costumbre de tomar café y café con leche servido con tostadas. El término francés petit déjeuner se acuñó a finales del siglo XIX, cuando se estableció el actual esquema de tres comidas. Se esbozó una campaña de reforma del desayuno para promover diferentes tipos de desayunos abundantes y equilibrados, especialmente la combinación de cereales y frutas. Todos estos nuevos desayunos, que introdujeron algunos alimentos crujientes en la dieta americana, tuvieron éxito primero en los países anglosajones y luego se exportaron al extranjero. Los defensores de estos cambios no sólo querían promover el vegetarianismo, sino reformar el estilo de vida para luchar contra la “degeneración” que consideraban una amenaza para la sociedad moderna.Al extenderse en Francia a lo largo del siglo XX, esos modelos extranjeros contribuyeron a la aparición de la comida crujiente. Sin embargo, no consiguieron desbancar al “desayuno francés” que, por tanto, sigue siendo un hito de la identidad nacional.